El almacenamiento adecuado del vino es esencial para asegurar que mantenga su sabor y calidad durante el mayor tiempo posible.
Estos son algunos de nuestros consejos y controles a seguir para que el sabor de nuestros vinos continúe en perfecto estado hasta el momento de su deleite.
La temperatura debe de ser constante entre 11°C y 16°C, se sabe que las variaciones extremas pueden dañar el vino y arruinar el sabor y la textura, tanto a una temperatura demasiado alta, que puede hacer que el vino envejezca demasiado rápido, como a una temperatura demasiado baja, que puede hacer que el vino se congele y se expanda.
Hay que buscar o disponer un lugar con una humedad adecuada, alrededor del 70%, entre otros factores, la humedad excesiva puede dañar las etiquetas y permitir la aparición de moho en los corchos y la falta de humedad puede hacer que los corchos se sequen y disminuyan su tamaño, lo que permitiría la entrada de aire y arruinaría el sabor del vino.
El lugar elegido debería de estar oscuro o con poca claridad, dado que la luz ultravioleta podría dañar el sabor y la textura del vino.
Las botellas deberían de estar en posición horizontal para mantener el corcho húmedo y evitar que se seque, ya hemos dicho que en un corcho seco permite la entrada de aire en la botella y estropearía el sabor del vino.